
Limpiar zapatillas blancas es más sencillo y fácil de lo que parece. Con estos trucos y consejos, podréis lucir las zapatillas Stan Smith de Adidas o las Star Player de Converse como el primer día, a pesar de que tu hijo las haya rebozado en el barro. Tan solo necesitamos agua, detergente de ropa y pasta de dientes para limpiar y blanquear unas zapatillas blancas, ¿preparada? ¡Allá vamos!
SEIS PASOS PARA LIMPIAR ZAPATILLAS BLANCAS
- Retirar los cordones y las plantillas si son extraíbles
- Hacer una mezcla de agua tibia y detergente de la ropa
- Aplicar la mezcla con un cepillo de dientes sobre la zapatilla
- Retirar el exceso de jabón con un paño húmedo
- Lavar los cordones y plantillas por separado
- Dejar secar al aire las zapatillas blancas
¿Cómo limpiar zapatillas blancas?
Podrás comprobar tu misma que limpiar zapatillas blancas no te llevará mucho tiempo. De hecho en unos minutos tendrás las deportivas del colegio de tu hijo como nuevas. Si que recomendamos para que la limpieza no sea tan costosa, limpiarlas diariamente con un paño húmedo o una toallita. En el momento que estén más sucias o por lo menos una vez a la semana, si que debemos prestarle más atención a esta limpieza.
- Lo primero que haremos quitar los cordones y las plantillas para lavarlos por separado y dejarlos impecables.
- En un bol o en un vaso, haremos una mezcla jabonosa de agua tibia con detergente de lavar la ropa.
- Para aplicar la mezcla del agua y jabón se puede utilizar un paño suave o un cepillo de cerdas suaves, como uno de dientes. La ventaja del cepillo es que llegará a cualquier rincón y borde de la zapatilla.
- Con un paño limpio y húmedo, quitaremos el exceso de jabón y la suciedad. Si vemos que aún ha quedado alguna mancha, repetiremos el paso anterior.
- Los cordones los podemos lavar a mano con agua y detergente, y sino podemos meterlos en una bolsa de tela o malla para la lavadora. Si están muy sucios, podemos ponerlos en agua y lejía durante unas horas. La plantilla si que la debemos lavar a mano para que no se deshaga. Utilizaremos también el cepillo de dientes mezclado con agua y jabón. De esta forma quitaremos todas las bacterias de la plantilla y las dejaremos secar al aire. Hasta que no estén completamente secas no debemos ponerlas de nuevo en la zapatilla.
- Por último la zapatilla también la dejaremos secar al aire sin que le de el sol directamente y sin que esté cerca de una fuente de calor.